Por más de una década (2004 – 2014), las municipalidades de Cajamarca han recibido por transferencia de recursos la suma de 8 mil 673 millones 824 mil 755 nuevos soles, de los cuales el 35% del total de dicho presupuesto pertenece a Canon Minero. En pocas palabras, la compensación (también podemos llamarle resarcimiento o indemnización) que recibieron los gobiernos locales de Cajamarca a cambio de la explotación de sus recursos naturales ascendió a un total de 3 mil 050 millones 305 mil 692 nuevos soles en los últimos once años, siendo – en algunas comunas – el recursos exclusivo o mayoritario para realizar proyectos de inversión pública y lograr el tan anhelado desarrollo sostenible. ¿Grandes sumas de dinero para Cajamarca? Claro que sí. Es el cuarto departamento, después de Cusco, Lima y Piura, cuyos gobiernos locales presentan el mayor monto de recursos transferidos para el 2014.
Ahora bien, lo que se espera después de tantos años de dinero transferido es ver el “antes y el después”, las mejoras, los resultados y el impacto generado. Algunos especialistas, refiriéndose al tema de la reducción (cada vez más pronunciada por cierto) de los recursos públicos para los gobiernos locales en los próximos años, sostienen que no importa la cantidad de dinero, sino lo que se haga con él. Palabras sabias. Pero, con las disculpas del caso, sí que importa – y mucho - cuánto dinero ha recibido Cajamarca para cimentar su desarrollo, así como conocer qué se ha hecho con él. ¡Rendición de cuentas señores! No es lo mismo, manejar un presupuesto de 53 millones frente a una transferencia de 1, 299 millones (dinero que recibió el departamento de Cajamarca para los gobiernos locales en el 2014). En inversión pública, el dinero no sólo es un elemento cuantitativo, implica también un compromiso asumido por parte de las autoridades y de la población, así como una planificación responsable y un uso eficiente y participativo del mismo.
- ¿Qué ha pasado?
Vale la pregunta: ¿hemos visto mejoras? Me uniría al club de los negativos si dijera que no. Pero también, como ciudadana responsable, debo decir que muchas cosas permanecen igual. Mejor dicho, muchos elementos del sistema de inversión pública en nuestro país siguen estancados, estáticos, sumisos, absorbidos completamente por la burocracia y la poca (o casi nada) voluntad política para promover iniciativas de mejoras e ideas innovadoras. Esta inercia y apatía que ha caracterizado a la gestión pública en materia de inversión, sumada a la falta de competencias y voluntad política, ha hecho que (1) muchos de los proyectos no atiendan a necesidades verdaderamente prioritarias, (2) que los planes de desarrollo concertado estén completamente desactualizados, (3) que el enfoque de la inversión priorice la “obra física” como tal y no al proyecto en su integridad, (4) que ante sumas desbordantes de dinero se gaste para justificar el avance sin garantizar la calidad de la inversión, (5) que se carezca de mecanismos de evaluación, y (6) que se mantenga un completo silencio y distancia con la población, quienes son los verdaderos beneficiarios. Y a todo esto sumemos el factor corrupción.
Por esta razón, no es capricho que cuando hablamos de inversión pública o del trabajo de los funcionarios nos parezca que todo va de mal en peor, y las cosas buenas se vean opacadas por aspectos cualitativos y cuantitativos verdaderamente negativos.
- ¿Una obra multimillonaria?
La gestión de la Municipalidad Provincial de Cajamarca que acaba de salir (2011 - 2014) terminó su período inaugurando el tan famoso y cuestionado “Coliseo Multiusos”. Una obra pendiente que empezó en el 2009 con la gestión del ex – alcalde Marco La Torre, y que hasta la fecha ha valido para Cajamarca un presupuesto acumulado de 93 millones 537 mil 220 nuevos soles (Datos obtenidos del SOSEM). ¡Desbordante!. Este monto equivale a lo que pueden recibir dos municipalidades provinciales en Cajamarca por transferencia de recursos en un año. O para ponerlo más dramático, este monto equivale a lo que recibe Madre de Dios para sus gobiernos locales en dos años. Entonces, por supuesto que sí importa cuánto dinero hay y, más aún, que se hace con él.
Fuente: municipalidad Provincial de Cajamarca
Se dice que es una obra para promover la Cultura. Y aquí viene el otro punto. Los gobiernos locales, e incluyo también al Gobierno Regional de Cajamarca, muy poco han hecho para promover este sector en la población. “Cultura” para la gestión pública, es en su mayoría, creación de estadios, construcción de plazas con monumentos bizarros, ejecución de polideportivos, creación de centros comunales, entre otros. No hay una verdadera promoción de la cultura como generadora de desarrollo que incluya a sus actores, manifestaciones, expresiones vivas comunitarias, fomento de la industrias culturales ni mucho menos una verdadera planificación en el asunto que permita fortalecer estos puntos. ¿Hay algo malo, entonces, al momento de priorizar los proyectos de inversión pública? Sí.
Por ello, no nos olvidemos. Antes de priorizar un proyecto de inversión, como ciudadano y como gestión electa responsable debo hacerme la siguiente pregunta: ¿en qué sentido/medida tal o cual proyecto va a mejorar la calidad de vida de la población? Si esto no se responde, entonces hablaremos de un proyecto sin impacto y, por ende, un mal uso del dinero. No se necesita ser economista para darse cuenta que con ese dinero se pudieron ejecutar proyectos de verdadero impacto, y no hablo sólo de atender necesidades, sino también oportunidades de desarrollo. ¿Alguien dijo Turismo o proyectos productivos? Pero… de las experiencias se aprende.
- ¿En qué se debe invertir?
En la última Encuesta de Percepciones 2013 que realizó el proyecto Mejorando la Inversión Municipal (MIM Perú), concluyó que para el caso de Cajamarca las necesidades prioritarias para la población se concentran en Agua y Saneamiento, Educación, Transporte, Limpieza y Seguridad. Éstos deberían ser los sectores que más atención deben recibir al momento de priorizar un proyecto de inversión. Conocer las necesidades de la población es parte del trabajo de la municipalidad. Ahora bien, líneas atrás me referí a que no sólo debemos concentrarnos en las necesidades (las cuales son importantes y prioritarias), sino también de ver las oportunidades que se muestran en el territorio para generar desarrollo. Las oportunidades son eso: elementos en potencia que esperan ser aprovechados para generar un impacto. En el 2014, por ejemplo, el presupuesto destinado a Turismo para la Provincia de Cajamarca fue un poco más de 813 mil nuevos soles, sin mencionar que su único proyecto, la Construcción del Museo de Queso, se encuentra paralizado con un 13% de avance. Entonces, un presupuesto de 813 mil en Turismo frente a 33 millones asignados para Transporte en el 2014 nos presenta el panorama de Necesidad vs Oportunidad. ¿Complicado? Quizá no mucho. Si existe una buena planificación y visión en un gobierno local, las oportunidades puede ser bien atendidas, al igual que las necesidades.
fuente: PROYECTO Mejorando la inversón municipal - MIM Cajamarca
Por otro lado, las potencialidades productivas con las que cuenta Cajamarca representan una oportunidad de desarrollo que las nuevas gestiones deben mirar. La artesanía, la ganadería, la agricultura, los saberes ancestrales de las poblaciones rurales en los procedimientos de cultivo, y todo el legado cultural, así como las asociaciones y los agentes económicos locales son elementos y actores que deben potenciarse. Han habido experiencias exitosas de Procompites en la Región, pero es necesario llevar este tema a un nivel más alto, poner énfasis en el fortalecimiento de capacidades, en el enfoque de género y en la mejora constante del producto para su inserción competitiva en el mercado, dando oportunidades de desarrollo a las familias y organizaciones comunales que, por falta de recursos, no pueden implementar sus propios planes de negocio e ingresar al mercado laboral.
- ¿Y qué decir de la Cultura?
Exactamente. La Cultura, bien enfocada, no sólo permite revalorar y promover nuestras expresiones tradicionales y contemporáneas, nuestro patrimonio, nuestras industrias, nuestros artistas. El sector cultural debe ser entendido también como dinamizador de la economía y promotor de desarrollo. Un espacio donde se potencie la creatividad, la innovación, el diálogo, el espíritu crítico, la cultura de paz y el emprendimiento. Este es un enorme desafío que deben asumir los gobiernos locales y también las organizaciones de la sociedad civil. Empezar a darle representatividad y reconocimiento al sector cultural es el primer paso, al igual que asignar mayor presupuesto al sector y buscar alianzas público –privadas para potenciarlo y consolidarlo. Promover la necesidad de cultura (demanda) y productos culturales bien diseñados (oferta) le da a este sector un papel activo en la economía y ya no meramente el papel contemplativo. ¡Manos a la obra!
fuente: Programa Cultura Viva comunitaria -Municipalidad metropolitana de lima
- Pero, ¿con qué plata lo hago si cada vez me “recortan” el canon?
Yo prefiero hablar de una reducción, más que de un recorte. Son muchos los elementos que entran a tallar para que el canon se vea disminuido: cierre de proyectos extractivos, baja en los precios de los minerales, inestabilidad en los mercados internacionales, entre otros. Pero volviendo al tema. La reducción del canon minero – para el caso de Cajarmarca – ha sido motivo para paralizar diversos proyectos de inversión, y es motivo también para que ya algunas autoridades electas manifiesten –por adelantado – que no se cuenta con dinero para hacer muchas obras. Sí y No. “Sí”, porque en una región donde se ha dependido por más de una década de este recurso, dejando de ejercitar la creatividad para buscar fuentes alternativas de financiamiento, ha hecho que la reducción venga como “balde de agua fría” y presione a los funcionarios a mirar a los costados para buscar soluciones. Ahora ya se habla de “priorizar” (qué ironía). Y “No”, porque el canon no es el único recurso transferido (obvio), y no sólo están a disposición los recursos públicos, también se puede buscar financiamiento a través de alianzas con empresas privadas, y no nos olvidemos de la cooperación técnica internacional. Los municipios no tienen por qué ser estáticos. Son los responsables de la dinamización de su territorio, de satisfacer las necesidades de la población e impulsar las oportunidades para generar desarrollo.
Fuente:d diario la prensa de moquegua. 2013
- ¿Y cómo ciudadano, qué me queda?
En una charla que ofrecí sobre Canon Minero a los nuevos funcionarios y líderes de la sociedad civil cajamarquina manifesté que detrás de un mal funcionario siempre hay también un mal ciudadano. Aún se tiene el concepto equivocado de atribuir una buena o mala gestión a las autoridades como únicas responsables en la calidad de la inversión. Pero no es así. Nuestro papel está más allá de ser simples espectadores, beneficiarios o hacer parte de jueces. Tenemos el derecho y el deber de involucrarnos en los asuntos públicos, de participar en los espacios y toma de decisiones, de vigilar y monitorear el uso adecuado de los recursos, de presentar oportunamente nuestras propuestas y reclamos a nuestras autoridades. Tenemos el derecho y el deber de informarnos.
fuente: Proyecto Mejorando la inversión municipal - mim cajamarca.
Y es aquí donde cito a Putnam (1983 y 1993). Según este investigador, los gobiernos que mejor funcionan son los de las regiones con mayores niveles de “civilidad”, que no es otra cosa que una Gobernabilidad basada en una activa participación ciudadana.
*Todos los datos y cifras aquí expuestos han sido obtenidos del Portal de Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas. Consulta realizado el 30 de diciembre de 2014.