Ser Mujer en Sullana: su significado para un regidor municipal
En una época caracterizada por una lucha incansable hacia el reconocimiento de la igualdad de derechos, la equidad de género y la no violencia contra la mujer, en pleno siglo XXI se pueden seguir escuchando las expresiones más descabelladas y retrógradas de algunos "personajes"
Me ha dejado realmente preocupada e indignada las declaraciones que habría realizado, recientemente, el Lic. Carlos Campos Solano, regidor de la Municipalidad Provincial de Sullana e integrante de la Comisión de Gestión Ambiental, donde en una visita de campo explica que una obra de agua y saneamiento en el AA.HH. el Obrero está mal hecha porque ha sido ejecutada por mujeres y no por hombres (ver noticia aquí). Así es, ¡para no creer! Según estas palabras (y analizándolas), las mujeres no sirven para el trabajo fuerte, y al haber sido las encargadas de implementar esta obra los resultados no han sido los esperados, todo por culpa de nuestra debilidad física. "Contrataron a mujeres para realizarla (la obra) cuando debió haber sido ejecutada por hombres, ya que es un trabajo que requiere mano de obra fuerte, manifestó".
Esperamos todos una explicación ante semejantes declaraciones. No hay duda que para este regidor, en pleno siglo XXI, los hombres y las mujeres tendrían aún características y habilidades bien diferenciadas, y lo que es peor, al parecer (según sus expresiones) se sigue manteniendo vigente el patrón Hombre = Superioridad/Mujer = Inferioridad. Sin embargo, en estas declaraciones retrógradas, discriminatorias y denigrantes hay mucho más por analizar que el simple concepto de ser mujer para este “representante del pueblo”. Vayamos por lo más técnico. (1) Todas las personas involucradas en gestión municipal o que ejercen un cargo relacionado a ello deben saber que el éxito de un proyecto de inversión no radica en la mera ejecución de la obra, ésta sólo forma parte de un proceso, de un todo donde hay mucho más en juego que la mera fuerza física. Están de por medio las capacidades, la planificación, el presupuesto, el recurso humano – hombre y mujer – claro está, pero no medido en quién pueda cargar más bolsas de cemento. Créanme que si esta obra en el AA.HH el Obrero está mal no ha sido porque las mujeres sean más débiles físicamente que los hombres, sino porque algo ha fallado en todo el proceso/ciclo del proyecto, y eso sí es un tema que, por transparencia, se debe investigar involucrando a todos los actores, sean hombres o mujeres. Por tanto, una persona que se expresa de esa manera, no sólo comete un acto de total falta de respecto con la ciudadanía, y con las mujeres de manera específica, sino que demuestra un total desconocimiento sobre los elementos involucrados que definen el éxito de un proyecto de inversión pública
(2) Estas palabras no han hecho más que exteriorizar un problema aún más grave: la violencia y discriminación hacia la mujer, vigente en muchos sectores y núcleos de la sociedad, producto del machismo, de la intolerancia, de la ausencia de políticas públicas locales en materia de género y de la poca voluntad que, por muchos años, han tenido nuestras autoridades por incorporar este tema prioritario a sus planes de desarrollo. Hoy ha sido, al parecer, una autoridad local quien ha hablado en representación de esa sociedad carcomida, desfasada, indiferente, y a inicios de una gestión municipal que ha prometido un desarrollo inclusivo, equitativo y humanitario. Esperamos que la municipalidad se pronuncie al respecto, y se espera también las disculpas y aclaraciones oportunas por parte del mencionado regidor.
(3) Finalmente, este hecho nos deja como ciudadanos y como autoridades una gran tarea: trabajar en el empoderamiento y en el fortalecimiento de capacidades de los actores de la comunidad, teniendo como eje estratégico transversal el Enfoque de Género, desde nuestros núcleos más básico como los centros educativos hasta las organizaciones sociales e instituciones de la sociedad civil. Y cuidado con esto. Cuando decimos enfoque de género no hablamos de trabajar sólo con mujeres y para las mujeres. Hablamos de crear espacios y políticas inclusivas, donde el hombre y la mujer se reconozcan y se identifiquen como actores claves en el desarrollo y toma de decisiones para la mejora de la calidad de vida de su comunidad. Promovamos un gobierno municipal inteligente y correcto.